domingo, 4 de octubre de 2015

LA CONJUNCION DE LAS DIVISIONES EXTERIORES E INTERIORES DE LOS CENTROS

LA CONJUNCION DE LAS DIVISIONES EXTERIORES E INTERIORES DE LOS CENTROS

En el comentario previo que versaba sobre las tres divisiones de un centro —a saber, las divisiones exterior, media e interior— se mencionaron algunos usos de la división media.

Recapitularé brevemente lo que se dijo.

La división media razona y puede razonar en dos direcciones.

En una dirección puede razonar acerca de la vida tal como es vista desde la evidencia de los sentidos —esto es, desde las apariencias—.

En este caso, el terreno de su razón esta en los cinco sentidos.

Es decir, razona desde la división externa que esta vuelta hacia la vida externa.

Por vida externa quiero decir la vida que se ve, se oye, se huele, se saborea y toca —la vida del mundo y de sus múltiples asuntos, la vida de las apariencias y de las cosas y gentes tal como parecen ser a los sentidos.

Todo ello, que a veces se llama el mundo fenoménico, constituye lo que la gente por lo general contempla comorealidad.

¿No creen acaso que no pueda haber otra realidad que la que es evidente a nuestros limitados cinco sentidos?

Si lo cree así, entonces su pensar es sensual y solo tiene una mente sensual.

Repito todo esto porque esta cuestión debe ser enfrentada por todos y se debe llegar a una conclusión definida —no una conclusión a regañadientes acompañada por un encogerse de hombros, sino una conclusión pensada, individual—.

Porque si usted contempla la realidad como algo confinado por los sentidos, la división media siempre buscará la verdad en la división externa, y razonará desde ella y nunca apelará a la división interna y descubrirá otra realidad y orden de verdad mas allá de los sentidos.

Será entonces “un hombre muerto”  o “una mujer muerta”, desde el punto de vista del Trabajo, por más inteligente y eficiente que sea.

A este respecto agregaré aquí que estamos rodeados por una escala descendente de vibraciones electromagnéticas, empezando por los rayos cósmicos, acerca de los cuales nuestros sentidos nada nos dicen, salvo para una pequeña octava para la cual tenemos un órgano-sentido y a la cual llamamos luz.

¿Me va a decir que algunas de las octavas inferiores de esas vibraciones electromagnéticas, que viajan a 300.000 kilómetros por segundo y en este momento atraviesan imperceptiblemente esta habitación, pudiendo transformarse en audibles vibraciones sonoras por la radio, no existen?

¿Puede tomar pues sus cinco sentidos como criterio de realidad?

Lo repito, ¿puede hacerlo? porque algunos de ustedes no quieren enfrentar esta conclusión y la evaden con inquietud y se mantienen con los pies aferrados a la tierra.

No me referiré a la invisibilidad del pensamiento y la conciencia.

COMPRENDER………

Pasaremos ahora a lo que puede denominarse el mayor problema de la enseñanza esotérica — a saber, la apertura de las divisiones interiores de los centros y formar con ellos una conjunción con las divisiones exteriores mediante una fuerte división media que puede mirar en ambas direcciones y COMPRENDER la verdad de un nivel inferior y la verdad de un nivel superior sin contemplarlas como contradicciones.

Solo mediante tal conjunción la división exterior con su pensar sensual y verdad sensual, llamados hechos, puede ser controlada y OCUPAR SU LUGAR CORRECTO en el esquema del posible desarrollo del Hombre.

Porque la división interior, vuelta hacia las vibraciones provenientes de los centros superiores, que son aberturas a los niveles superiores del rayo de la creación, está situada en un nivel superior a la división exterior vuelta a los cinco sentidos que se abren al mundo y sólo lo que está en un nivel superior puede controlar lo que está en un nivel inferior.

No se puede controlar al hombre natural, sensual, en uno mismo excepto por medio del hombre espiritual, desarrollado y no sensual.

La división media, que es la división racional o razonante, esta situada entre lo natural o exterior y lo espiritual o interior y puede conectarlos.

Como dije antes, empleo a sabiendas estos términos tomados de un antiguo sistema, en lugar de los términos de Trabajo, Motor (o Mecánico), Emocional e Intelectual.

Las tres divisiones de los centros pueden compararse a tres hombres que viven en tres cuartos en uno mismo.

Esos hombres tienen diferentes estaturas.

El primero vive en la división externa, que es el cuarto exterior y es el de más corta estatura, el segundo en la división media, que es el cuarto intermedio y el tercero en la división más interior que es el cuarto más interior —y es el más alto—.

Si el hombre que vive en el cuarto intermedio solo se une con el hombre exterior, no se tiene relación alguna con el hombre interior.

Asimismo, ya que los tres cuartos no están en el mismo piso sino uno encima del otro, si el hombre medio solo se une con el hombre externo, siempre mira hacia lo bajo.

Por otra parte, si se une con el hombre interior, mira hacia lo alto, o más bien intenta hacerlo —y desprecia las cosas de los sentidos—.

Si el hombre medio cree que debe hacer una cosa o la otra, es débil.

Si ocurre así con usted, luego tiene un medio-débil.

Si el hombre medio es fuerte, empero, no confunde la verdad científica con la psicológica.

Ve a cada una en su propia escala y no las lleva como opuestos a una colisión.

Ve al mismo tiempo los sentidos y la mente de los sentidos y sus significados y verdades, y ve más arriba la mente supra sensual, que recibe significados y verdades de otro orden de los centros superiores que están continuamente obrando en nosotros, pero que no podemos "oír".

De estas consideraciones es aparente que el científico extremado, que solo cree en las verdades de la ciencia y el religioso extremado, que contempla a la ciencia como la obra del diablo, están ambos equivocados.

Cada uno tiene un medio débil.

Cada cual solo mira en una sola dirección.

Cada uno desprecia al otro.

Cada cual es unilateral.

Uno de los objetos del Trabajo es unir la ciencia de occidente con la sabiduría de oriente.

De ahí que oriente no ha conocido desarrollo científico y occidente sabiduría alguna.

Ahora bien, este Trabajo no se basa en el pensar sensual.

No esta vuelto hacia esa dirección.

No trata de las cosas que se pueden percibir con los cinco sentidos.

No se lo puede pesar y medir o examinar con una lente de aumento o un microscopio.

Esta orientado hacia lo interior, hacia las partes interiores de los centros.

El orden de verdades que enseña no pertenece al mismo orden que la verdad científica.

No se refiere a los hechos de los sentidos.

Tienen que ver con los hechos de nuestro ser y con llevar esos hechos a la luz de la conciencia, lo cual conduce el cambio de ser.

El conocimiento científico no cambia el ser de un hombre.

El hombre cuyo ser es pobre, mezquino, desagradable, o definitivamente malo, el hombre que solo desea lograr el poder a toda costa sobre los otros y en quien el amor a dominar es el principal amor, puede lograr el conocimiento científico y emplearlo para la destrucción y no cambiará su ser en lo más mínimo.

Pero la observación de si, el recuerdo de si, el no identificarse y el no considerar pueden cambiar el ser de un hombre si se practican —junto con otras cosas que estudiamos en este Trabajo.

Maurice Nicoll


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